Mientras aprendo a caminar, apareces una y otra vez para quererme, pero con mi soberbia no puedes competir... no se bien que pretende este inconsciente arrancando de tu compañía. Y así veo como repito el patrón, el que me hicieron doler tanto, el del otro lado de la luna.
El patrón que se jacta, se queja, ríe a carcajadas y constantemente se corrompe a sí mismo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario