hoy te vi. te vi varias veces.

Desde cada persona donde te veía, tu alma salía disparada a abrazarme... y yo la abrazaba, nos mirabamos y sonreíamos sin decir nada. Tú me sacabas un audífono para ver que estaba escuchando y volvías a reír por que era justamente el tema con que te apodabas en el chat. Yo intenté explicarte que era coincidencia, de que tenía puesto el orden aleatorio de los temas, pero tu no me creíste y me avergonzé un poco. Pero era la verdad.

No conversamos mucho. Tenía tantas cosas que decirte, pero yo volvía a cometer el error de que leyeras mi alma. Y tú me hablabas de tus últimas hazañas y yo enmudecí.

No alcanzaba a despedirme de ti, y te volvía a encontrar en otro lado... y fue casi siempre lo mismo.