Estaba todo oscuro, pero yo si veía.. y cuando escuche el disparo ya era demasiado tarde para pensar. Mi cuello y hombro derecho se bañaban de sangre tibia y espesa, la humedad comenzó a incomodar mi ropa y mis mas profundos miedos hacia la muerte. Sin embargo la ausencia de dolor más la tranquilidad se tornaron en una paz y entrega absoluta. Comenzé una muerte iluminada... Hasta que realmente iluminaron la sala con luz artificial y yo tenia mi cuello perfecto y limpio. .. . ahi no entendi nada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario