Se detuvo, respiro, y se percató que no habia mas árbol ya mas arriba. y aunque esperaba la firmeza de una decisión de otros verdes, radicalmente insistió, en tomar las situaciones con el caracho, de querer avanzar. Volviendo a re.leer las caídas de ese subir, le da un humilde empuje a saber q nada dura por siempre. y que la misma palabra "siempre" retumbará en las incomodidades de un simple existir, quiza por siempre. En su memoria oscuros tonos, y al dañar belleza y sutileza, vuelve a autotraicionarse horriblemente. Las puñaladas autoinfringidas. Puta como pueden asustarte, manosearte, desintegrarte. Explotando su mente, ahora aquella lo hace explotar. Y que mejor forma de vengarze dejando de funcionar.

aterrado en disgregación... de reconocer un ser inconciente, sin memoria ni razón. Un monstruo clamando a la no reflexión, donde ya no existen las disculpas, las culpas, ni el perdón..